miércoles, 3 de noviembre de 2010

Cristo, luz que ilumina las tinieblas


Nuestro quinto ejercicio de oración giraba en torno a la luz de Cristo, o más bien dicho, a Cristo que con su luz nos ilumina.
Fue así que bajo el signo sensible de un cirio encendido pudimos entrar una vez más en la experiencia de la oracíón mental.
La llama de la vela en medio de un ambiente oscuro y que bailoteaba en ratos nos permitio entrar en nuestro cuarto, y descubrir todo lo que compone nuestra existencia. Nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones, recuerdos, personas, proyectos, etc.
Seguimos utilizando nuestros sentidos para entrar en la oración hasta llegar al punto en que nuestros sentidos ya no son necesarios para dialogar con Cristo.
Los invito a hacer esta oración. Solo es necesaria un vela o cirio y toda tu disposición para vivir un encuentro personal con Cristo.
Enciende el cirio en un lugar de preferencia oscuro y concentrate en esa llama. Posteriormente iniciarás la método de Jesús para orar: Entra en tu cuarto ( es decir, entrá en ti mismo. Descubre todo lo que eres), cierra la puerta (en este momento ya no necesitarás, quizás, ni siquiera de la vela, es el momento en que te encontrarás cara a cara con Cristo) y ora a tu Padre (Este es el momento del diálogo. Cuando puedes compartir con Cristo un o muchos puntos que deseas hablar con él y escuchar su opinión que llegará a tu conciencia y a tu corazón.)
Inténtalo las veces que sea necesario. El silencio nos conduce a este encuentro, así que no necesitamos más. Ánimo, y que tengan un feliz día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario